La guerra de Ucrania ha confirmado la tendencia internacional hacia una nueva Guerra Fría. Las implicaciones de este fenómeno para América Latina deben ser analizadas sistemáticamente para encontrar respuestas adecuadas y cooperativas a sus impactos. A la vez, la región debe ocuparse de cuestiones propias vinculadas con asuntos como la seguridad humana, la desigualdad y la pobreza (agudizadas por la COVID-19), el aumento de la desconanza ciudadana en la democracia, el creciente autoritarismo, y los impactos del cambio climático. Los gobiernos, en particular los progresistas, enfrentan enormes desafíos y el reto de responder a las expectativas y esperanzas depositadas en ellos por millones de personas.
Este Cuarto Congreso abordará la relación entre cuestiones de seguridad global, regional y ciudadana, prestando especial atención a las respuestas de la región a la tensión entre grandes potencias, la necesaria reforma del sector de seguridad en nuestros países, y las dinámicas actuales de seguridad en Chile, país que acogerá las sesiones presenciales del evento.

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